23 de junio de 2011

If I were you..


Pero ahora, cuando ya me he acostumbrado a saberlo lejano, y ajeno, cuando el dolor ya no revolotea a mi alrededor envolviéndolo todo, sino que se ha posado, dejando una gruesa capa de ceniza bajo la cual, aunque aún me cueste, puedo respirar, me alegro de haber vivido lo que viví.
Incluso, a veces, por un instante, me siento orgullosa de mis sentimientos.
Como si un inmenso marco decorado resaltase la grandeza de mi amor por ti. Ahora, muchas noches, al meterme en la cama y percibir todavía tu esencia, esa desoladora frialdad que marcará para siempre tu abandono en ese lado del colchón, el tuyo, el que nunca ocupaste, pienso que tuve suerte de haberte conocido, y haberte querido y haber sido querida por ti. Y entonces, en medio de la terrible añoranza, deseo que tu recuerdo vuelva a mi en el momento final, y que tu rostro, riéndose, mirándome, acercándose ansiosamente para besarme, tu rostro joven y amado, sea lo último que vea en mi vida.



No hay comentarios:

Publicar un comentario