31 de enero de 2010

"Aquello que ya descubriste"

El día no había sido del todo bueno para ella, mas bien había sido duro y a ella no le gustaba tener que luchar para ser feliz.
Le gustaban las cosas bien hechas, eso no lo podemos negar, pero era un tanto derrotista y eso le impedía que las cosas salieran como ella quería.
El tiempo iba pasando y ella no se daba cuenta de cual era su verdadero problema, aunque lo había intentado no lo había conseguido. Incluso se había hecho una lista con las cosas que podía mejorar, pero en aquel trozo de papel no se encontraba por ningún sitio la palabra luchar.
Todo el mundo que le rodeaba le decía que debía dejar ese absurdo trozo de papel y comenzar a luchar, pero ella estaba tan metida en ese pequeño trozo de hoja que no se daba cuenta de que le estaban proporcionando la palabra que buscaba, la que necesitaba, la palabra que podía cambiarlr la vida.
cada día que transdurria se sentía un poquito mas pérdida respecto a que debía hacer, que debía cambiar y sobretodo cual era esa maldita palabra que no encontraba por ningún sitio. Aunq se imaginaba que la había escuchado mil veces y la había leído cien veces mas.
Estaba tan obcecada en ello que dejó de lado lo que realmente le importaba y empezó a lamentarse por las cosas que no tenía.
Un día como otro cualquiera cuando ella se sentía realmente decepcionada por no haber encontrado esa simple combinación de letras que podían ayudarle en el camino de la vida, alguien apareció y le dijo: la palabra que anhelas ha estado presente mientras la buscabas.¿No es vdd, acaso, que has estado luchando por averiguarlo?
Y en ese momento el silencio reino la calle y al fin se dio cuenta de lo que debía hacer
"luchar por lo que se quiere y dejar de lamentarse por lo que no se tiene" y en ese instante dicha persona desapareció y la calle comenzo a llenarse de luz, de paz, de sonrisas.
Y al mismo tiempo que una lágrima de alegría se deslizaba por su suave cara, levantó la cabeza y exclamó:¡Gracias!

Suele pasar.

Echas todo a perder, te sientes culpable, culpable de tu dolor, culpable del dolor de tus seres queridos...piensas, lamentas, pero no encuentras respuesta..Vuelves atrás, echas un vistazo, añoras tiempos pasados pero sabes que ya no hay vuelta atrás.toca olvidar y quien sabe si ello conlleeva sufrir, conlleva dolor...pero un futuro te espera, lleno de baches, de caminos sin salida, de retrocesos...pero también amistad, amor, esperanza, alegría...decides vvivir en el presente, poner los pies en la tierra y seguir adelante arrastrando las consecuancias de tus actos pero habienndo aprendido que te puede deparar la vida...Así y sólo así te darás cuenta de que todos somos consecuencia de lo que hemos vivido y qe no vas a ninguna parte si no asumes tus errores xqe algún día, al recordarlos, te aseguro, que reirás...aún que solo sea por aquello que alguien me enseño un día de que la sonrisa es la única que puede vencer al doloR.

Vienen de todas partes.

Los arrepentimientos vienen en todas las formas y tamaños: Algunos son pequeños, como cuando haces algo malo por una buena razón. Algunos más grandes, como cuando decepcionamos a un amigo. Algunos de nosotros escapamos del dolor del remordimiento haciendo la elección correcta. Algunos de nosotros tenemos poco tiempo para arrepentirnos porque estamos mirando hacia el futuro. Algunas veces tenemos que luchar para hacer las paces con el pasado. Y algunas veces enterramos nuestro arrepentimiento prometiendo cambiar. Pero nuestros arrepentimientos más grandes no son por las cosas que hemos hecho, sino por las que no hicimos, cosas que no dijimos que pueden salvar a alguien por quien te preocupas. Especialmente cuando puedes ver la oscura piedra que se interpone en su camino.

Seguimos depie, podemos con más.

Cuando creemos que ya nos hemos caído definitivamente hay algo que nos hace levantarnos, por dura que haya sido la caída. Y es que después de tanto tiempo cayendo y levantándote aprendes, si, aprendes a ver la vida como es en realidad y no como te la pintan. Aprendes que por muchos palos que te de la vida, una persona puede hacer que olvides todo. Aprendes a mirar con otros ojos a los que han estado siempre apoyándote y ayudándote, si, incluso cuando no te lo merecías. Aprendes que muchas veces una sonrisa puede iluminar el día de alguna persona que al contrario que tu, no sabe toda estas cosas..

Para mi es demasiado grande.

Nos escondíamos en lugares pequeños, los grandes no eran para nosotros. Esos lugares nunca han formado parte de nuestro corazon, siempre nos hemos decididio por escondites acojedores, donde las cosas malas se olvidaban con un simple café.
Ahí nunca eramos extraños, eramos grandes personas que simplemente habían salido a olvidar las cosas que no les apetece estar recordando en esos abrumadores lugares. En nuestros pequeños sitios, sentíamos que formábamos parte de algo, eramos todos uno. Esos lugares nos hacían sentir realmente bien.
Podíamos sentir el amor que nuestros corazones desprendían, podíamos oler el aroma del chocoalte nada mas salir de la olla, podíamos tocar el humo del cigarro que nuestro amigo estaba fumando, y lo sentíamos, y entraba en nuestro cuerpo y nos hacia estremecer. Esas cosas que en lugares grandes no se notan, se mezclan olores, sabores, sentimeintos que nunca llegas a encontrar. Momentos que no sabes si te pertenecen o son de aquel chico que hace dos minutos estaba besando a una dulce niña que sonreia al notar como él repiraba y le hacia sentir viva.
¿Quién sabe si eso te pertenecía? Por eso nosotros prferiamos lugares pequeños. Sentir, oler, tocar, estremecer, cerrar los ojos y sonreir. Respirar hondo y sentirte vivo, junto a los que quieres, entendiendo que esos momentos si que te pertenecen. Y que mientras estés allí, siempre lo harán.