30 de junio de 2011

What did you expect?


Cada vez se me hace más difícil no rezagarme, no perder el pulso de los días. No sé qué ocurre en mí, en mi entorno o en estas cuatro paredes, pero la idea de nulidad absoluta que tengo de mí misma no desaparece a pesar de mis múltiples intentos de neutralización y autoconvencimiento, de la música o de los atisbos transitorios de inspiración. Y no me refiero a una nulidad personal, no es cuestión de sentirse ignorada, insignificada o devaluada, simplemente se limita al ámbito general. Ni eficiencia ni, mucho menos, eficacia. Es la continua percepción de estar indeterminada, de no saber qué hacer de los segundos, de los minutos y de las horas. El eterno miedo a pasar la vida en el punto medio, pues poco me convence que cuatro filósofos me digan que eso es la virtud. Varias veces al día abro los ojos, o los cierro, es difícil discernir, y me percato del tiempo que he pasado en ninguna parte. En ocasiones, hasta físicamente. Siento que transcurre todo demasiado despacio, el tic-tac se vuelve inaguantable y, a cada golpe de aguja, mi cansancio aumenta. Quiero hacer algo, quiero ser alguien. Pero el problema es que no sé ni el qué, ni quién.

27 de junio de 2011

Evitar dormir.

El bar estaba a punto de cerrar. Las primeras luces del día despuntaban por entre los edificios moribundos de esta parte de la ciudad. A lo lejos el camión de la basura amenazaba con su inminente llegada. Los barrenderos quitaban todos los carteles de la manifestación del próximo lunes y yo apuraba mi cerveza. El camarero había dejado de servir copas y el baño parecía un 24 horas, de esos que nunca cierran. El suelo estaba pegajoso y había que redoblar los esfuerzos para llegar hasta la maldita puerta de salida. Hacía tiempo que ya no oía música, sólo las risas de dos rubias cuarentonas que buscaban como locas no dormir solas esta noche. Un último trago, supliqué, pero la vida a veces no es benevolente con los que no tienen sueño. Y menos aún con los que han dejado de soñar. Un regordete hablaba a mi lado, decía cosas sin parar, pero a esas horas yo ya no le oía. Había volado a tu lado, a tus brazos. Quise estar enredada en tu edredón y permanecer ahí por los siglos de los siglos... Salí del local coincidiendo con el sonido de las campanas del reloj de la iglesia y en la esquina un par de mujeres que habían salido a pasear al perro comentaban las novedades del día. ¿Qué hora será?, me pregunté. Tarde. Y mi respuesta me hizo sentirme satisfecha. Con un poco de suerte no tendría que acostarme ni volver a las vueltas sin descanso en mi cama desolada. Pero ese instante de alegría fingida me duró poco. Demasiado poco. Andando de regreso volví a tus manos, a tus andanzas, a tus manos y a tu voz. En un destello de lucidez supe que no podré seguir así, triste, mucho tiempo. Pero por lo menos hasta mañana quise seguir escondida de las cosas alegres de la vida.

25 de junio de 2011

Algo que se siente.



Amarte no es poco. No es algo que se pueda decir de forma sencilla, que le pueda expresar a alguien más. No es una ocurrencia en una noche de copas, no es algo que se escriba sin tener destinatario. No son palabras escritas a mí misma. No es una enfermedad que se cure con pastillas ni dolencia que se aminore con alcohol. Amarte no es sólo desear tu cuerpo, no es imaginar todo el día tu sonrisa ni adivinar tus pensamientos de noche. No es cantar por las noches a mitad de la calle. No es derramar miel y decirlo a todo mundo. Tampoco es creer verte en los rostros de mujeres que se cruzan por mi camino. No es un discurso cliché hecho sin mero talento. No es la luna, ser inerte al que muchos le piden que sea testigo y cómplice. Amarte no es soñarte todas las noches, no es encontrar dicha en el sonido de tu voz, no es ser cursi. No es la espera en el teléfono, ni en el mensajero instantáneo y mucho menos la contemplación de tu fotografía. Amarte no es el deseo reprimido del subconsciente, no es dibujar con los ojos el contorno de tus piernas ni el calor de tus pechos. No son conclusiones apresuradas de un momento fugaz. Amarte no es dejar de amarme a mí misma, no es ser omnisciente para vigilar tu pasos, tampoco son celos injustificados ni un contrato bilateral de la propiedad. No es un día en azar en el mes de abril ni un año bisiesto. Amarte no es deseo intermitente ni fuego que quema, no es una pistola cargada ni una tarjeta de crédito para el alma, no se puede comprar como una revista ni contener en una canción pop. No son seis letras y menos la composición de dos palabras. Amarte no es lo que aparento, no es lo que todo mundo puede ver, no es condena, maldición o lastre cochambroso. No es mentira, no es parcialidad, velocidad, nimiedad o confusión.
El amarte no es para nada casualidad o un juego de azar.

24 de junio de 2011

And now...what?

Hoy es uno de esos días llamados: "Folio en blanco"

Mi cabeza no da para más.
Creo estar luchando contra dragones en mi interior.
Respiro profundamente y al percibirte tan cerca de mi corazón, crecen mis dudas y oscilo entre la curiosidad y la prudencia.

No se si estar feliz por tener todavía un aliento de esperanza o maldecir a quien me la ha otorgado.

23 de junio de 2011

If I were you..


Pero ahora, cuando ya me he acostumbrado a saberlo lejano, y ajeno, cuando el dolor ya no revolotea a mi alrededor envolviéndolo todo, sino que se ha posado, dejando una gruesa capa de ceniza bajo la cual, aunque aún me cueste, puedo respirar, me alegro de haber vivido lo que viví.
Incluso, a veces, por un instante, me siento orgullosa de mis sentimientos.
Como si un inmenso marco decorado resaltase la grandeza de mi amor por ti. Ahora, muchas noches, al meterme en la cama y percibir todavía tu esencia, esa desoladora frialdad que marcará para siempre tu abandono en ese lado del colchón, el tuyo, el que nunca ocupaste, pienso que tuve suerte de haberte conocido, y haberte querido y haber sido querida por ti. Y entonces, en medio de la terrible añoranza, deseo que tu recuerdo vuelva a mi en el momento final, y que tu rostro, riéndose, mirándome, acercándose ansiosamente para besarme, tu rostro joven y amado, sea lo último que vea en mi vida.



22 de junio de 2011

Así me siento hoy..






Mi despistada cabeza aun no ha conseguido encajar todo lo que ha sucedido, lo hace poco a poco, y cada vez que lo hace me duele... mil dagas ardiendo se clavan lentamente en mi cuerpo, y mi corazón intenta llorar... pero descubre angustiado que no es capaz de hacerlo, y se rompe, se fractura en mil pedazos... y eso no le hace sentir mejor... un dolor insoportable recorre cada milímetro de mi torturado pecho y mis pulmones durante unos breves segundos se olvidan de proporcionarme oxígeno... me siento en el primer banco que mis enrojecidos ojos logran ver, y compruebo aliviada como el aire va envolviendome lentamente.
Esa soy yo. Soy la chica de rostro bondadoso y ojos soñadores que es consciente de toda la oscuridad que el mundo es capaz de disfrazar, pero que sin embargo está decidida a no cambiar. En mi interior seguirán existiendo esas infinitas ganas de ayudar a los demás, de entregarlo todo con la única intención de llevarse una sonrisa o unos ojos llenos de agradecimiento. Y me da igual que hoy me miren con gratitud y al día siguiente todo se desvanezca, porque para entonces ya tendé esa imagen y ese recuerdo bien guardados en el caótico baúl de mi memoria...

Estoy sentada en el sofá de mi casa con la luz apagada, quieta como una estatua mirando hacia ninguna parte, con esa expresión en el rostro que nadie es capaz de descifrar...
Sé que ella se está alejando, que se esfuma como el humo de un cigarro... quizá para ella solo sea un recuerdo que caiga en el olvido con el paso del tiempo, pero para mi, ella: la chica de la sonrisa preciosa, fue algo más que alguien que se cruzó en mi camino de casualidad...
Ella es esa persona que siempre esta ahí, que me cuida, que me apoya... y que nunca se olvida de mi...

Eternamente tuya.




21 de junio de 2011

Obviously.











Hace mucho tiempo que manuscribo los efectos que provoca tu amor en mí, el mismo que llevo dedicándote párrafos y versos saturados de sinsentido ofreciendo un pedazo de mí en cada rubrica.

Hace tanto tiempo desde entonces, que he dejado de creer en ti como esa idea que habitaba en mi cabeza sobre lo que podría o no significar el amor, de lo que podría ser enamorarse o sentirse amando.

Quien diga que la distancia lo quiebra todo, se equivoca, se marchitaron los sueños al dejar de creer en ellos, por pensar que nada volvería a ser como antes, al sentir pereza cuando era el momento de reforzar los lazos que nos unían.

Pero de todos modos, no podemos negar que algo ha cambiado, meditaremos sobre lo que pudo ser y no fue, y puede que en ese momento nos arrepintamos de lo que hemos sido. Porque no hay una sola verdad, porque la verdad es indescifrable, y las cosas sólo se cuentan como las pensamos, no como fueron en realidad.


20 de junio de 2011

Te adoro, mamá.

En nuestra familia, y desde siempre, tenemos la costumbre de que, cuando estamos en el coche, y entramos en la carretera, nos santiguamos.
Recuerdo como una vez, cuando era pequeña, pregunté a que se debía aquello. La respuesta fue simple, y clara: "Pedimos a Dios que nos cuide y proteja durante el viaje"
Extasiada y conmovida porque alguien que no estuviera en el coche nos pudiera proteger, decidí comenzar a hacerlo en todos los momentos en que montaba en el coche.
Ahora me pregunto; ¿es cierto que ese alguien nos cuida y nos protege?
A día de hoy no me importa santiguarme en el coche, ni pedir por las injusticias, es más, lo veo bien.
Pero no creo que nada se ajuste a la realidad.
Las personas mueren, así, de repente. Personas increibles y necesarias mueren.
Inesperadamente. Dejándote solo y con la duda de si de verdad alguien te ayuda en la vida.
Tal día como hoy, hace 11 años, la persona más importante de mi vida desapareció.
¿Qué me deparaba la vida? Todavía me lo pregunto. Y sé que nunca daré con la respuesta.
He entrado en miles de quebraderos de cabeza con este asunto. Y cada día me resulta más dificil. Para mi cabeza, sí. Pero principalmente para mi corazón.

Si, sí, lo sé. Ya nadie puede hacer nada.
Pero nadie sabe lo que daría por retener su sonrisa una vez más. Aunque solo fueran sesenta segundos.
Porque, a pesar de las injusticias del mundo y de la crueldad de la vida, sé que ella querría que tal día como hoy, 20 de Junio, tuviera una sonrisa para cualquier otra persona que la necesitara.


Para siempre en mi.

18 de junio de 2011

Tú.


Y entonces mi padre, con unas simples palabras, ha conseguido penetrar hasta los más recónditos recovecos de mi corazón:
"Tu madre, genio y figura".

15 de junio de 2011

Far away.


Tengo algo que contarte.
Hace días que no me dejas dormir, que mi corazón se para por momentos para después volver a un frenético palpitar que me tiene toda la noche en vela. Sé que tienes las respuestas a todas mis preguntas. Y también sé, que no me las desvelarás. Voy a hacer el mayor esfuerzo de mi vida, que la dialéctica no es mi fuerte pero sí lo es el muro que protegen mis sentimientos. Voy a romperlo para ti, voy a dejar que fluyan en este mensaje que después lanzaré al mar en una botella, para que alguien lo encuentre y sueñe como hago yo.
Tal vez sea demasiado romántica, tal vez caiga en el círculo vicioso de estar enamorada continuamente del amor, pero créeme cuando digo que esta vez es diferente. Esta vez no son sólo suspiros lo que se lleva el viento, es todo mi oxígeno el que ella me roba al pasar con la devastadora potencia de un huracán.
El mundo se detiene, no el tiempo, sino el mundo. Las personas se vuelven espectros, los animales se quedan estáticos y en mi mirada sólo hay lugar para ti y lo que sea que estés haciendo. Te veo caminar, te veo hablar, sonreir, existir y me invade el deseo de cogerte de la mano y llevarte lejos. Muy lejos, pero conmigo.

14 de junio de 2011

Where is the love?


El amor es paciente, el amor es servicial.
El amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza. No busca su propio interés, no se incita.
El amor no es rencoroso, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad.
El amor todo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor no pasará jamás.

13 de junio de 2011

Loving strangers.



Sweet moments.







¿Cómo explicar cómo late el corazón en esos momentos?
Fuimos cómplices.

http://www.youtube.com/watch?v=NgbcXig1TZ8&feature=related



[Habitación en Roma]

It's all up to you.

+ Me rindo, no podría aguantar más..
+ ¿Qué te rindes? ¿Tú? No me lo puedo creer. Tú, que nunca te has rendido en el amor.
+ Sí, yo, me rindo. Lo que siento es demasiado fuerte..
+ ¿Estás segura de lo que dices?
+ No, ni tan siquiera un poco.. De hecho, nunca voy a rendirme!

Y entonces te das cuenta. Realmente no vas a rendirte, pero pretendías parecer fuerte.
NO QUIERES rendirte, porque ella es quien te da la vida. NO PUEDES rendirte, porque sin ella no eres nada.
Tu cabeza le da mil vueltas, pero no llega a ningún sitio.
Y la conclusión es la de siempre: Le amas, y no dejarás nunca de hacerlo.
Y en el fondo te alegra sentir lo que sientes, porque sin ella la luz está apagada y las estrellas no brillan.

Te amo.

Hasta el infinito.


10 de junio de 2011

Game.

"Quien juega a que lo extrañen se arriesga a que lo olviden"



Está bien, me has convencido, vamos a jugar a ese juego de reglas improvisadas. Me aburre tener las cosas claras, te dejaré hacer trampas, pero no te confíes ya que no tengo especial vocación por el fracaso. Yo también emplearé todas mis artimañas; vamos a hacer como si nada importara, a empezar mil veces lo mismo de un modo diferente para abandonarlo poco después cansadas de fracasar. Vamos a romper con lo escrito, a ignorar que existen normas y a dejar de pagar las deudas contraídas. Lo demás es más de lo mismo que a nadie interesa.

7 de junio de 2011

Janire Camarero Mazón, te quiero.


Quería escribirte algo bonito y aterciopelado. Algo que te hiciera sentir feliz, alegre. Algo que te hiciera sentir en casa.
Quería contarte algo especial. Quizá un poema que te estremeciera. O enviarte una canción con la que sintieras que estamos juntas, aquí y ahora.
Quería susurrarte algo que te hiciera tiritar. Algo que te obligase a sonreír.
Quería encontrar las palabras exactas para que entendieras que para mí eres perfecta.
Quería que volviésemos a sentir juntas, aunque sólo fuesen unos minutos.
Quería que cerrases los ojos, que imaginaras que me agarrabas de la mano y nos perdíamos, porque juntas no tenemos miedo.
Quería que te sintieras conmigo, dentro de mí y al lado, quería que imaginases que nos abrazábamos.
Quería escribirte algo bonito. Algo con lo que estuviésemos unidas sin importar nada más. Algo que me permitiese meterme entre tus sábanas esta noche. Cualquier cosa iba a ser suficiente.

Sólo quería hacer algo para olvidar lo lejos que estamos, algo que hoy eliminara la distancia física entre nosotras, algo que me permitiera estar a tu lado, aunque sólo fueran sesenta segundos para rozarte las mejillas, y ver que es cierto que lo que sentí nunca fue en vano.