31 de enero de 2010

Para mi es demasiado grande.

Nos escondíamos en lugares pequeños, los grandes no eran para nosotros. Esos lugares nunca han formado parte de nuestro corazon, siempre nos hemos decididio por escondites acojedores, donde las cosas malas se olvidaban con un simple café.
Ahí nunca eramos extraños, eramos grandes personas que simplemente habían salido a olvidar las cosas que no les apetece estar recordando en esos abrumadores lugares. En nuestros pequeños sitios, sentíamos que formábamos parte de algo, eramos todos uno. Esos lugares nos hacían sentir realmente bien.
Podíamos sentir el amor que nuestros corazones desprendían, podíamos oler el aroma del chocoalte nada mas salir de la olla, podíamos tocar el humo del cigarro que nuestro amigo estaba fumando, y lo sentíamos, y entraba en nuestro cuerpo y nos hacia estremecer. Esas cosas que en lugares grandes no se notan, se mezclan olores, sabores, sentimeintos que nunca llegas a encontrar. Momentos que no sabes si te pertenecen o son de aquel chico que hace dos minutos estaba besando a una dulce niña que sonreia al notar como él repiraba y le hacia sentir viva.
¿Quién sabe si eso te pertenecía? Por eso nosotros prferiamos lugares pequeños. Sentir, oler, tocar, estremecer, cerrar los ojos y sonreir. Respirar hondo y sentirte vivo, junto a los que quieres, entendiendo que esos momentos si que te pertenecen. Y que mientras estés allí, siempre lo harán.

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